CREADORA DE PROTOCOLO Y ETIQUETA: «EL PROTOCOLO DE LA CASA REAL ESPAÑOLA ESTÁ EN UN MOMENTO DE EQUILIBRIO ENTRE TRADICIÓN Y MODERNIDAD»
María José Gómez y Verdú ha convertido lo que muchos consideran un formalismo rígido en una filosofía de vida. Su vocación no nació en despachos solemnes ni en universidades, sino en la calidez de su propio hogar, donde las buenas maneras en la mesa y en el día a día encendieron una curiosidad natural. Esta inquietud inicial se nutrió de referentes clásicos, como El gran libro del protocolo, de José Antonio de Urbina.
Se formó en Publicidad y Relaciones Públicas y viajó por el mundo, estudiando y viviendo en Italia, lo que la llevó a especializarse en etiqueta internacional en centros de Roma, Verona y Florencia. Gracias a este bagaje, ha colaborado con grandes firmas de la moda internacional y con centros institucionales, organizando y supervisando asuntos protocolarios.
Ahora, como creadora de Protocolo y Etiqueta, su misión es clara: desmitificar la disciplina.
Gómez y Verdú se propone que la sociedad deje de percibir el protocolo como un “capricho elitista” o un simple “postureo”. Para ella, esta disciplina es, ante todo, una poderosa herramienta de convivencia y una forma esencial de respeto y cuidado hacia los demás. A través de su enfoque, que traduce lo tradicional al lenguaje moderno y actual, y plasmado en su libro Protocolo Pop, nos invita a entender que la etiqueta requiere empatía y la capacidad de “leer el contexto” en cada interacción.
¿Cuál fue el origen de la idea de crear Protocolo y Etiqueta?
La idea de crear Protocolo y Etiqueta nació en mi propia casa. Desde pequeña observaba normas de comportamiento y buenas maneras en la mesa y en el día a día. Eso despertó en mí una curiosidad natural, que más tarde encontré respondida en El gran libro del protocolo, de José Antonio de Urbina. Esa lectura fue un punto de partida que me llevó a querer profundizar y compartir este mundo con los demás.
¿Qué momento o circunstancia le inspiró?
Me inspiró ese momento en el que logré unir lo que veía a diario con un marco más amplio. El libro de Urbina me hizo comprender que aquello que parecía costumbre familiar tenía un trasfondo social, cultural e histórico. Fue ahí cuando pensé: “Esto no es solo tradición; es una herramienta de convivencia”.
¿Cuál es su misión con Protocolo y Etiqueta?
Mi misión con Protocolo y Etiqueta es divulgar de manera clara y accesible, mostrando que el protocolo no es algo exclusivo de ciertos círculos, sino una guía para la vida diaria, que mejora la convivencia en cualquier entorno.
¿Qué cambio espera aportar en la sociedad mediante esta divulgación?
Espero aportar un cambio en la percepción social: que se deje de ver el protocolo como un capricho elitista y se reconozca como lo que realmente es, una forma de respeto y cuidado hacia los demás.


¿Qué significa para usted el protocolo en la vida cotidiana: es norma rígida o más bien sensibilidad social?
El protocolo, para mí, no es una norma rígida, sino sensibilidad social. Es leer el contexto, ser empático y encontrar la mejor manera de relacionarse, siempre con el respeto como base.
Los conceptos de protocolo y etiqueta pueden parecer “clásicos” o “tradicionales”. ¿Cómo hace para mantenerlos relevantes y de interés en sus redes sociales?
Para mantener lo clásico vigente en redes sociales, lo traduzco al lenguaje actual. Uso ejemplos cotidianos y cercanos, y los vinculo a situaciones modernas —desde lo digital hasta lo cultural— para que todos vean su utilidad.
En su criterio, ¿cuál es el error más común que la gente comete respecto al protocolo y la etiqueta en la vida diaria?
El error más común es pensar que protocolo y etiqueta son “postureo”. En realidad, son herramientas de respeto que facilitan las relaciones y ayudan a evitar malentendidos.
¿Tiene algunas “reglas de oro” que considere esenciales y que siempre recomiende aplicar?
Mis reglas de oro serían la puntualidad, la escucha activa, tratar a todos con el mismo respeto, sin distinción y, finalmente, ser consciente del contexto y actuar con naturalidad.

¿Qué tendencias cree que veremos en protocolo y etiqueta en los próximos años?
Creo que veremos un protocolo más inclusivo y adaptado al mundo digital. Por ejemplo, la etiqueta en videollamadas o en redes sociales ya es parte de nuestra vida cotidiana.
¿Qué está cambiando con las nuevas generaciones?
Las nuevas generaciones buscan autenticidad y cercanía. Ya no aceptan formalismos vacíos, lo cual obliga a replantear la manera de enseñar protocolo: más esencia, menos rigidez.
¿Hay aspectos “inmutables” del protocolo o todo puede adaptarse?
Hay principios inmutables, como el respeto y la dignidad. Lo demás, desde la forma de vestir hasta la manera de saludar, evoluciona con la cultura y el tiempo.
Háblenos del protocolo de la Casa Real española en la actualidad. ¿En qué momento se encuentra?
El protocolo de la Casa Real española está en un momento de equilibrio entre tradición y modernidad. Mantiene la solemnidad, pero busca ser más accesible a la ciudadanía.
¿Es compatible acercar la corona al pueblo sin saltarse el protocolo?
Es totalmente compatible. Acercar la corona al pueblo no implica saltarse el protocolo, sino interpretarlo de forma que refuerce la cercanía sin perder la dignidad institucional.
Texto: Fernando Copete
Fotos: Cedidas



















