Muy buenas noches, Sevilla.
Excmo. Sr. Alcalde de la ciudad más hermosa del mundo, querido José Luis Sanz. Gracias por apoyar con su presencia esta noche de exaltación de la excelencia y gracias por su valentía, disposición y capacidad de servicio para poder llevar a cabo estos galardones en un lugar tan mágico como complejo, como el que nos acoge esta noche. Gracias por poner al ayuntamiento y a todo su equipo a disposición y al servicio nuestro para llevar a cabo y de la mano este piropo anual a Sevilla.
Ilma. Sra. Dña. Carmen Ortiz Laynez, delegada territorial en Sevilla de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía. Aprovecho, cómo no, para agradecerle su importante apoyo en la celebración de este acto, donde lanzamos la imagen de andalucía, nuestra patria chica, al exterior, en su versión más sevillana.
Excmo. Sr. Don Antonio Muñoz Martínez, portavoz del grupo municipal Socialista.
Admirado Señor Louboutin, padrino de honor de los XVII premios Escaparate. Es un placer y un gran honor contar esta noche con usted entre nosotros y que haya aceptado recibir honores en la histórica ciudad de Sevilla donde viven tantos amantes de sus creaciones.
Admiré monsieur Louboutin, invité d’honneur des dix-sept escaparate (ogüar) awards. C’est un plaisir et un grand honoroir d’être avec nous ce soir et que vous avez accepté de recevoir les honneurs dans la ville historique de Séville où vous avez tant amoureux de leurs créations. Je parle un français horrible et je veux vous presenter (mesescús) mes excuses.
Queridos premiados de esta edición que engrandecen con su presencia el prestigio de nuestros galardones, gracias por aceptar nuestra invitación, nuestro reconocimiento y por ser compañeros de baile en esta noche de Sevilla.
Autoridades, queridos amigos todos de la revista de vida social Escaparate. Querido maestro de ceremonias, que un año más acepta estas labor altruista y laboriosa de dirigir la entrega más larga de premios del año. Respetable y generoso Michi Primo de Rivera.
En una noche como hoy, sólo puedo dar las gracias. Gracias a mi equipo por dejarse capitanear y por sentir suyos mis colores. Siempre digo que en la vida se juega por equipos y yo, con poca modestia os diré, porque quiero ser sincero, que tengo al mejor. Hombres y mujeres íntegros, rigurosos, profesionales, dispuestos, despiertos y que luchan sin reloj por conseguir nuestros objetivos comunes. Gracias por hacer vuestro mi proyecto empresarial y gracias por sentir propio nuestros objetivos con los que diecisiete años después de aquel septiembre de 2006 seguimos fieles a una línea editorial, contando la vida social desde dentro, con rigor, con un periodismo elaborado. Gracias por hacer de cada cita un éxito rotundo de convocatoria, con esmero y cuido en los pequeños detalles que nos distinguen y por llevar a cabo un protocolo riguroso pero desencorsetado en cada acción desde nuestra agencia.
Quiero dar las gracias a los patrocinadores y colaboradores, empezando por la Junta de Andalucía y Turismo del Ayuntamiento de Sevilla, con la incondicional apuesta de Fundación Cajasol, principales actores del patrocinio, y todos los que destinan un presupuesto año tras año para poder llevar a cabo nuestros premios.
Quiero dar las gracias a nuestros anunciantes de todo el año, los que edición tras edición, mes a mes, forman parte de la familia Escaparate y que confían en nuestra cabecera y en nuestra labor de relaciones públicas y de comunicación externa y publicitaria para sumar a sus respectivas empresas.
Hoy vemos la guinda de una tarta que se llama Escaparate.
Una tarta elaborada, como las de los señores de La Campana, que son los pioneros en Sevilla en hacer las mejores tartas del mundo. Una tarta elaborada con perseverancia, esfuerzo, visión, altura de miras, responsabilidad, respeto, que no miedo; una pizca de ambición mesurada y una generosa aportación de horas sin reloj. Cuando nacimos pocos apostaban por nuestra permanencia en el tiempo. Las cosas de Sevilla… Hoy son muchos los que creen y confían en nosotros. Algunos osan incluso a tenernos como referencia en nuestra ciudad a la que un día decidimos hacer nuestra bandera, nuestra musa y nuestra razón de ser. Esa confianza depositada no hace más que armarnos de responsabilidad y exigencia en el objetivo de estar a la altura y de no defraudar a nadie.
Quiero hacer una llamada a la aspiración, al inconformismo, a pensar a lo grande, porque sólo así saldrán cosas grandes.
Sevilla se merece lo mejor. Sevilla ha sido cuna de emperadores, descubridores y artistas de todas las displinas, de todos los tiempos. No podemos permitirnos no aspirar a ser líderes, también de nuestro tiempo. Nadie dijo que lo difícil fuera fácil.
Ninguna decisión de mi vida ha contado con la aprobación inicial, ni de propios, ni de extraños. Las grandes decisiones de mi vida han sido rubricadas, avaladas, por los hechos y más en una ciudad única pero que no digiere bien el éxito ajeno, el mérito del vecino. Sin embargo, Sevilla nos parió y nos exige en el fondo y en silencio que con nuestros hechos estemos a la altura de nuestra cuna. Invito a arriesgar, con previsión; a apostar fuerte, midiendo fuerzas, huyendo del halago, a hacer más que a decir, a actuar más que a dudar, porque Sevilla no se merece ni la mediocridad, ni las medias tintas. Sevilla se merece que nos tomen por locos. Aquellos que luego se erigirán como avalistas tempranos de nuestras ideas, cuestionadas en el prólogo de nuestras intenciones.Sevilla sólo merece valor y decisión. Sevilla sólo merece excelencia y altura. Sevilla debe brillar por encima de todas las estrellas.
Muchas gracias y acabo, como siempre, alzando la voz con
un ¡Viva Sevilla!