Presentación de libro “Cómo sigue llorando Sevilla”
De infancia gallega, adolescencia manchega. El hermano mayor de cinco varones, un maestro del garabato a la hora de entrevistar. Ha utilizado la grabadora en un par de ocasiones y una de ellas fue porque el escritor José Saramago se lo pidió expresamente.
Francisco Correal llegó a Sevilla en el año 1977, el que recuerda como “año en el que el presidente Adolfo Suárez convoca las primeras elecciones democráticas, se legalizan los partidos políticos y se aprueba la Ley de Amnistía, la de verdad”. En concreto, vino a Sevilla el 2 de julio de 1977 para hacer las prácticas en El Correo de Andalucía por unos dos meses que se han convertido en cuarenta y seis años.
Al terminar sus prácticas, se trasladó a Madrid para terminar la carrera. El Correo abrió una corresponsalía en la capital y le ofrecieron la posibilidad de quedarse, la cual aceptó. Cursando tercero de periodismo, lo acreditaron para hacer las crónicas de las cortes, sin todavía poder votar por no alcanzar los 21 años. Ha estado con los mejores cronistas parlamentarios del país. Un niño en el templo de la democracia.
Medalla de la Ciudad de Sevilla. Correal ha trabajado como periodista para El Correo de Andalucía, Diario 16, El País y Diario de Sevilla. Como guionista de radio para “El loco de la Colina” con Jesús Quintero; y en televisión, con Alfonso Arteseros en “Nostalgias de Andalucía”. Autor de numerosos libros y padrino de la programación de Periodismo (1992-1997), pregonero y conferenciante. Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense, además de tres años de Sociología y dos de Teología.
Su relación con la Semana Santa la define como la canción de Sabina “más triste que un torero al otro lado del telón de acero”. Correal no es un experto en Semana Santa, es un asombrado y lo demuestra en todos sus artículos y en todas sus respuestas.
![FRANCISCO CORREAL, periodista: “Siempre hay algo que aprender, hay que ser curioso y hay que ser humilde”Presentación de libro “Cómo sigue llorando Sevilla”](https://sp-ao.shortpixel.ai/client/to_webp,q_lossy,ret_img,w_1024,h_593/https://www.revistaescaparate.com/wp-content/uploads/2024/01/45-1024x593.jpg)
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Autor de “Cómo sigue llorando Sevilla” ¿es el único autor de este libro?
En realidad, este libro tiene cuatro autores: yo, el autor de los textos; el editor Miguel Gallardo, quien me anima a recopilar una serie de artículos que yo había publicado en Diario de Sevilla; y los dos fotógrafos, Fernando Salazar y Ángel Bajuelo. El libro es una selección de algunos de mis artículos publicados en el Diario de Sevilla, salvo dos textos nuevos.
Es inevitable que el título de este libro nos recuerde a la obra de Ramón Cué “Cómo llora Sevilla” ¿por qué este nombre?
El título lo consensuamos entre Miguel Gallardo y yo. Él tenía muchas ganas de publicar textos míos sobre la Semana Santa.
Al principio, me mostré escéptico porque pienso que los trabajos para el periódico son diferentes a los trabajos para un libro. A medida que iba haciendo las recopilaciones, comprobé que los textos se enriquecían ya que parecía que se iban liberando de la actualidad, pasando a un vino más reposado que es el libro. Así que al ver la combinación de historias como resultado, la incredulidad del principio se convirtió en entusiasmo. Sevilla es una ciudad alegre y dolorosa, son las dos caras de Sevilla. Es un antídoto contra todos los tópicos que se escriben sobre la ciudad.
Tras varios libros, este es su primero sobre Semana Santa, ¿cuáles son los temas que más le apasionan o le motivan?
En la presentación del libro, dije que no tengo ni idea de la mayoría de temas sobre los que escribo. Es precisamente eso lo que hace que ponga más interés en acercarme a ese mundo. Hay temas que siempre me han apasionado como el cine o la Generación del 27. He entrevistado a la triple A de esta generación; Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Rafael Alberti. Por destino o fortuna, me he convertido en especialista de personas como del rockero Silvio, quien me consideraba su periodista de cabecera y entrevistarlo era una de las experiencias más difíciles pero más gratificantes; del hispanista Ramón Carande, quien murió antes de cumplir cien años; o de Rafael Gordillo, exfutbolista de quien escribí su biografía.
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Desde que descubrió la Semana Santa de Sevilla en 1980 se ha vuelto un adicto, ¿qué despertó esa pasión?
El día que descubrí la Semana Santa fue el Domingo de Ramos del 30 de marzo de 1980, momento en el que ya vivía en Sevilla en la Pensión de Inés. Mi relación con la Semana Santa es como dice Sabina “más triste que un torero al otro lado del telón de acero”. No soy un experto, aunque eso tiene una ventaja, no das por sentado nada. El periodismo de investigación yo lo pongo bajo sospecha con ciertas excepciones, me gusta más el periodismo del que no entiende y se acerca a un mundo desconocido como el náufrago que se acerca a una isla. No soy un experto en Semana Santa, soy un asombrado por la Semana Santa.
Se han elegido algunos de sus reportajes para hacer una comparativa entre periodismo y literatura, ¿se considera escritor o periodista?
He reflexionado sobre esto y es un tema que me apasiona. Me molesta cuando ponen “Francisco Correal, escritor y periodista”, yo soy periodista. Al ser periodista, tienes que escribir, claro. Hay muchos escritores que empezaron siendo periodistas como Pérez-Reverte, por ejemplo. La gloria de un buen escritor es haber vendido miles de ejemplares pero realmente su consagración es cuando vuelven al periódico. El periodismo no es un género menor, una buena zarzuela puede ser mejor que una ópera. Yo solo he escrito dos libros de relatos, esa sería mi parte literaria, el resto son libros de periodismo, como una prolongación de mi periodismo. Soy periodista, con lo bueno y lo malo del oficio.
¿Cree que tiene un sello personal como periodista?
Hay compañeros que dicen “yo empiezo a leer algo y ya sé que es tuyo”. Son tantos años que, al final, consigues crear tu propia identidad. Sin imitar a nadie y teniendo muchos maestros, yo he tenido algunos como Antonio Burgos, Pepe Guzmán o Francisco Umbral, pero siempre intentando mantener mi sello. Si algo puedo decir de mi forma de hacer periodismo es que procuro no molestar, aunque es cierto que la realidad puede doler.
Ha recibido la Medalla de la Ciudad de Sevilla, ¿qué supone esta condecoración?
Que la ciudad en la que vives te reconozca es de lo más grande que puede ocurrirte. Además, la recuerdo como una semana especial del 2022 por todos los acontecimientos que coincidieron; el 27 de mayo, cumpleaños de mi mujer; el 28 de mayo, el Real Madrid gana la Copa de Europa; el día 30 de mayo, la entrega de esta medalla; y el 4 de junio, la boda de mi hija Carmen.
“Un becario eterno de la vida” así lo define Marina Bernal en el prólogo de este libro, ¿qué cree que quiere decir?
Siempre hay algo que aprender, hay que ser curioso y hay que ser humilde. Es algo que me ha enseñado la realidad, la fe y este oficio, donde la línea divisoria entre lo ridículo y lo sublime es muy delgada. Te elogian, pero pueden insultarte al día siguiente, es algo que va incluido en la nómina. Siempre digo que me pagan por no trabajar. El trabajo del periodista es tan apasionante que se paga solo.
Texto: Carlota Acuña Ruano
Fotos: Gerardo Morillo