El nombre de Sanlúcar de Barrameda puede tener intrínseco numerosos sinónimos que, juntos, conforman la realidad de uno de los lugares más enigmáticos de España. Un lugar especial entroncado en el eje que lleva al paraíso de Doñana, que es cabecera de comarca desde siglos y que era vía de entrada del oro que llegaba de América desde ultramar. Allí se forjó el bastión de los Medina Sidonia que, desde el siglo XVII, auspiciaron a una de las grandes devociones de Andalucía: La Virgen de la Caridad.

Es agosto y en Sanlúcar huele a alfombras de sal y a nardos de su patrona. Este viaje histórico comienza por su nombre: Caridad. Unido al de Pedro Rivera Sarmiento, malagueño que estaba relacionado con esta ciudad por los viajes que realizaba a las Indias y casado con una mujer muy devota de la Virgen de la Caridad que se encuentra en la localidad de Illescas, Toledo; fue en su viaje a Sanlúcar a inicios del 1608 cuando trajo consigo una réplica de la Virgen de la Caridad que, según la herencia popular, compró por cien reales en Sevilla y media dos cuartas de altura.
El viaje lo lleva a la Plaza de la Rivera, en la esquina con la de la Aduana, Allí alquiló una habitación a la espera de la llegada del buque que le llevaría a Cartagena de Indias. En aquel habitáculo, Rivera Sarmiento colocó a esta imagen en un altar de pequeñas dimensiones. Ahí comienza una historia llena de milagros y leyendas en torno a esta talla que cada vez causaba más devoción.
Como señala, el investigador sanluqueño, Antonio Barba,en su reportaje, ‘La Virgen de la Caridad’, apunta que “aunque se habla del primer milagro de la Virgen de la Caridad es el del aceite, no fue así porque estando en Sanlúcar Pedro Rivera Sarmiento se ve metido en una riña donde recibe una estocada de uno a los que se enfrentaban, atravesándole la cabeza y saliéndole por un ojo. Sarmiento, cuentan que se encomendó a la virgen que había comprado en Sevilla y parece ser que sanó rápidamente y fue cuando mandó construir una hornacina donde colocar a la Virgen de la Caridad, poniendo una lámpara de aceite que estaría siempre encendida, como agradecimiento” Anteriormente, Barba recuerda que “el día 6 de junio del año 1608 cuando con motivo de celebración del Corpus fiesta de toros en la plaza Alta. No sabemos si fue el mismo Pedro Rivera Sarmiento o a la persona a la que había encargado el cuidado de la lámpara de la virgen, quien olvidó añadirlo, con lo que la misma se apagó. Es en este momento cuando se produce el conocido milagro por el que la virgen apareció iluminada y de la lámpara brotaba continuamente aceite que rebosaba y se derramaba por el suelo de la plaza de la Aduana, ocasionando gran admiración entre los ciudadanos que se afanaron en recogerlo, untándolo a los enfermos que comenzaron a sanar de las enfermedades que padecían”.
Aquellos sucesos y milagros traen la atención de los grandes señores de Sanlúcar: los Medina Sidonia. Entonces, los Duques “piden a Rivera Sarmiento que cediese la imagen de la virgen al pueblo de Sanlúcar de Barrameda, y al acceder este a la petición fue trasladada en procesión el día 10 de junio de 1608 desde el sitio donde se encontraba hasta la iglesia de San Pedro”, señala Barba.


LA UNIÓN DE LOS MEDINA SIDONIA Y LAVIRGEN DE LA CARIDAD
Aquel 10 de junio comenzó esta unión que llega hastanuestros días. Los relatos de la época señalan que aquel traslado lleva a la imagen desde el lugar donde se encontraba en la esquina entre la Calle Bolsa y la Plaza de la Ribera, a la iglesia de San Pedro. Barba comenta que “el traslado fue en procesión, acudiendo a ella muchísima gente de la ciudad, desde los duques hasta la gente más sencilla”. Era una Sanlúcar boyante, rebufo del tráfico de Indias entre América y Sevilla. Una ciudad que miraba al mar y a su interior, y que encontró en la Virgen de la Caridad su nuevo faro.
Posteriormente, la cronología descrita por Barba señala lasfechas del 14 de junio 1608, que “según acta notarial hecha ante el notario apostólico don Pedro Pacheco, y aprobada por el licenciado don Luis de León Garavito, Pedro Rivera Sarmiento hace donación de la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad a la iglesia del hospital de San Pedro”; las del 21 de noviembre 1608, cuando “se publica en Sevilla la sentencia pronunciada por el Cardenal Fernando Niño de Guevara en la que se calificó catorce milagros de Ntra. Sra. de la Caridad” y la del 15 de mayo 1609, “cuando quedan aprobadas las reglas por las que se gobernaría la Cofradía de Ntra. Sra. de la Caridad, por iniciativa de los duques de Medina Sidonia, inscribiéndose ellos como los primeros hermanos. El primer Cabildo de la misma se había celebrado el 3 de mayo del mismo año”.
l 15 de agosto de 1609 tuvo lugar la primera salida procesional hasta el barrio Bajo. Los propios Duques, Alonso Pérez de Guzmán y doña Ana de Silva y Mendoza, pidieron al escribano Juan Candalo, un relato de la procesión con todo lujo de detalles que se conserva hasta nuestros días.



Fue el 2 septiembre 1618, cuando el Cabildo de la ciudadde Sanlúcar, “toma el acuerdo de proclamar, a propuesta del octavo Duque de Medina Sidonia, don Manuel de Guzmán, a Ntra. Sra. de la Caridad como patrona de la ciudad. Los Duques de Medina Sidonia habían promovió que se nombrara patrona en todos sus Estados, aunque al final solo quedo Sanlúcar de Barrameda”, apunta Barba.
Este extenso viaje continúa hasta la actualidad, con hitos como el nombramiento de Alcaldesa Perpetua en 1919, la coronación canónica el 15 de agosto de 1965, la Medalla de Oro de la Ciudad, el 12 de julio de 1990 o la elevación a Basílica Menor de su templo, el 1 de agosto de 1997. Hitos históricos donde la Casa de Medina Sidonia siempre ha estado presente. Un legado que continúa en sus actuales duques y en una familia que es Sanlúcar en sí misma.
Texto: Javier Comas
Fotos: Archivo Casa Medina Sidonia y hermandad de la Caridad

