La ciudad de Sevilla vive este año un aniversario que trasciende lo religioso para instalarse en lo emocional y lo histórico. La Hermandad del Rocío de Sevilla celebra en 2025 los 75 años de su primer camino a la aldea almonteña. Siete décadas y media después, la corporación revive aquel inicio con un ambicioso programa de actos que rinde homenaje a su historia y reafirma su devoción.
Fundada el 14 de septiembre de 1933 en la Parroquia del Divino Salvador, la Hermandad del Rocío de Sevilla surgió del fervor popular y del deseo de un grupo de sevillanos de tener su propia representación en la romería más emblemática de Andalucía.
Aunque la hermandad fue constituida, no se aprobó inicialmente su peregrinación al Rocío. Hay que situarse en el contexto de crispación política que se vivía en la España de aquellos años, y la Iglesia no quería ser causante de una posible rivalidad entre sevillanos, dado que ya existía la Hermandad del Rocío de Triana. Fue necesaria la constancia de los hermanos del Salvador para que, finalmente, pudieran realizar su primer camino casi dos décadas después.
No fue hasta el 10 de mayo de 1951 cuando, por primera vez, el primitivo Simpecado de Sevilla emprendió la senda hacia la Blanca Paloma. Aquel día, marcado por la ilusión y la austeridad, una pequeña comitiva, sin grandes recursos ni carreta propia, utilizó la Tumbilla de la Virgen de las Aguas para portar el Simpecado, conocido cariñosamente como “el de las estrellitas”.
El camino fue difícil: limitado en medios, corto en tiempo, pero inmenso en fe. Aquella peregrinación sentó las bases de una tradición que ha ido creciendo hasta convertir a esta hermandad en lo que es hoy en día.
Con el lema “75 años caminando con Sevilla”, la hermandad ha organizado un extenso programa de actos conmemorativos, que fueron presentados junto con la imagen conmemorativa en un emotivo acto celebrado en el Círculo Mercantil e Industrial de la ciudad.
En palabras de la actual hermana mayor, May Rodríguez, esta efeméride supone para la Hermandad celebrar que “después de 75 años hemos crecido bastante, pero seguimos teniendo nuestra idiosincrasia y mantenemos la familiaridad. Somos una Hermandad muy acogedora y sencilla”.
En cuanto a los actos, durante los días del 20 al 25 de mayo se celebró un quinario extraordinario, presidido por antiguos capellanes de la hermandad, en una bella conjunción entre memoria y espiritualidad. La estética del cartel anunciador recuperó una antigua orla de los años cincuenta, en homenaje a las primeras décadas de camino.
Otro de los actos extraordinarios ha sido la misa de romeros de este año, en la que se recreó la del 10 de mayo de 1951. Con la Virgen del Rocío de la hermandad situada en el dintel de la puerta del Salvador, la celebración tuvo lugar en la Plaza del Salvador. Tras la eucaristía, el Simpecado fue portado por los hermanos hasta el Ayuntamiento, donde se entronizó en la carreta para emprender el camino al Rocío.
Además, el aniversario contará con eventos como una cena benéfica en agosto, cuyos fondos irán destinados a ASAENES, la obra social elegida para este 75.º aniversario.
A principios de octubre se organizará un desfile de moda en los Reales Alcázares, con diseñadores de renombre que reinterpretarán el traje rociero desde 1951 hasta la actualidad, en un original recorrido por la evolución estética de esta devoción popular.
El 12 de octubre, la hermandad celebrará su peregrinación anual, y este año, de forma extraordinaria, el día anterior peregrinarán a pie desde Villamanrique hasta la aldea del Rocío por la Raya Real, acompañados por la carreta de plata.
Para culminar los actos, en diciembre se celebrará una exposición en el Ayuntamiento, centrada en la historia de la corporación y en la restauración del Simpecado primitivo. Esta pieza patrimonial, restaurada por Carla Elena Meléndez, se convierte en testigo material de 75 años de caminos.
La hermana mayor ha señalado que “cada vez tenemos más afianzados los pilares de caridad, formación y juventud. No se nos puede perder de vista que esto es una Hermandad cristiana y nuestra vocación es la Virgen del Rocío y a todos los hermanos nos une esa fe a la Virgen, con lo cual siempre vamos a llevar el mismo camino”.
El Rocío no se entiende sin camino, sin el peregrinar de sus hermandades cuando llega Pentecostés. Y para la Hermandad del Salvador, estos 75 años no solo son una mirada al pasado, sino también una reafirmación de su fe y su devoción, caminando con Sevilla.
Texto: Fernando Copete
Fotos: cedidas por la Hermandad