En el majestuoso hotel Hesperia de Sevilla, un enclave icónico del corazón andaluz, nos encontramos con Antonio Santiago, un artista flamenco que ha decidido romper las barreras convencionales de su género. Criado en una familia gitana, su vida ha estado siempre entrelazada con el flamenco, pero hoy se presenta con una imagen que desafía las normas: vestido de mujer, con un maquillaje impecable y una melena larga que refleja tanto su libertad como su valentía.
Santiago ha decidido ser fiel a sí mismo, enfrentando con coraje el mundo del flamenco tradicional, mientras abraza su transformación personal y artística, desdibujando los límites que alguna vez lo restringieron. A lo largo de su carrera, ha dejado una huella indeleble en el panorama artístico, trabajando con grandes nombres del flamenco y colaborando en una amplia variedad de proyectos musicales.
Su nueva etapa artística está marcada por su último sencillo, ‘1000 Sentimientos’, una bulería que lanza en homenaje a su amigo, el torero Fran Rivera, y que marca su renovado enfoque musical. En esta entrevista, Antonio Santiago nos comparte su trayectoria de evolución, donde la música, el arte y la autenticidad se entrelazan en un viaje que lo ha llevado a descubrir no solo nuevos sonidos, sino también una nueva forma de vivir y presentarse ante el mundo.
Santiago se ha labrado un nombre en la escena musical por su talento, pero también por la fuerza que demuestra al fusionar su pasión por el flamenco con la aceptación de su identidad. Ha trabajado con artistas como María Jiménez y Manuel de Angustias, pero también ha emprendido un camino solitario, en el que ha tenido que confrontar los prejuicios y desafiar las expectativas. Su historia, cargada de emoción y autenticidad, nos habla de un artista que ha aprendido a «vivir» con plenitud, un tema que refleja su lucha y su liberación. Sin duda, su legado en el flamenco trasciende lo musical, convirtiéndose en un faro de diversidad y libertad en un mundo que aún lucha por aceptar el cambio.
Respecto a su tema ‘Vivir’, ¿qué elementos de su vida ha querido reflejar en él?
‘Vivir’ es un tema especial porque lo escribí desde mi experiencia personal, desde ese momento en que decidí cambiar y ser fiel a quien realmente soy. La canción refleja toda mi trayectoria, todo lo que he vivido y, sobre todo, el cambio de imagen y de vida que he abrazado con valentía. No me importa lo que la gente piense, este tema es una afirmación de mi libertad. Está dirigido y producido por Absalon Motos, con el patrocinio de Jesús León de hotel ON, quienes creyeron en mi visión y me apoyaron en este nuevo camino.
Acaba de estrenar su nuevo sencillo ‘1000 Sentimientos’, ¿qué significa este trabajo?
‘1000 Sentimientos’ es un disco lleno de emoción. Para mí, la música es un vehículo para transmitir sentimientos, y este trabajo es el resultado de poner todo mi corazón en cada nota. Además, refleja el trabajo de compositores maravillosos como José Luis Perales y Lolita Flores, que me han permitido explorar mi sensibilidad y profundidad artística. Sin emociones no se puede cantar ni transmitir, y este disco busca llegar al corazón de quien lo escuche.
Ha colaborado con artistas como Fernando Soto y La Negra en este nuevo proyecto, ¿cómo han influido estas colaboraciones en el resultado final?
Trabajar con artistas de la talla de Fernando Soto y La Negra ha sido un honor y una experiencia increíble. Sus aportaciones han enriquecido mucho el proyecto, no solo musicalmente, sino también a nivel personal.
Dedica esta bulería a su amigo Fran Rivera, ¿qué importancia tiene la amistad en su proceso creativo y cómo fue la inspiración para rendirle homenaje?
Fran Rivera es un amigo muy especial para mí, lo conozco desde hace años y siempre ha estado para apoyarme. En el tema ‘Vivir’, él fue uno de los primeros en compartir y celebrar mi cambio. Es una forma de agradecerle todo su apoyo y cariño. La amistad, al igual que la música, es algo que nace del corazón y siempre está presente en mi proceso creativo.
A lo largo de su carrera ha compartido escenario con artistas como María Jiménez y Manuel de Angustias, ¿qué ha aprendido de trabajar con figuras tan destacadas?
Ha sido una lección de humildad y pasión. Me han mostrado lo que significa entregarse al arte sin reservas, poniendo siempre el corazón por delante. Estas colaboraciones me han dado una gran fuerza, un impulso para confiar más en mí como artista. Además, me han hecho sentir que formo parte de una tradición que respeta el pasado, pero que también se atreve a mirar hacia el futuro.
Viene de una familia gitana y se ha criado rodeado de artistas, ¿cómo influyó su entorno familiar en su forma de entender y vivir el flamenco?
Mi familia lo ha sido todo para mí. Nací y crecí en un entorno donde el flamenco no solo se escuchaba, sino que se vivía intensamente. Desde muy pequeño estuve rodeado de figuras del flamenco que marcaron mi forma de entender este arte. No puedo concebir mi vida sin flamenco porque lo llevo en la sangre, es mi esencia. Desde niño, artistas como Camarón, Remedios Amaya o La Susi, que siempre ha sido mi gran referente, me trasmitían lo que significa expresar emociones a través del cante. Mi forma de vivir el flamenco está muy relacionada con ese ambiente familiar lleno de talento y pasión por este arte.
Su carrera comenzó a los 15 años en peñas y festivales, ¿cómo recuerda esos primeros años y qué ha cambiado en su manera de enfrentar los escenarios?
Los primeros años fueron muy emocionantes, pero también llenos de aprendizajes. A los 15 años uno comete muchos errores, pero son los que te hacen crecer. Recuerdo esa época con mucho cariño, porque fue el comienzo de un camino que sigue en marcha. Hoy en día, enfrento los escenarios con más seguridad y con una comprensión más profunda de lo que quiero transmitir al público.
Sevilla ha tenido un papel clave en su vida, ¿cómo fue el momento en que llegó y cómo ha influido la ciudad en su arte?
Llegar a Sevilla fue cumplir un sueño que llevaba en el corazón desde niño. Siempre tuve una conexión especial con esta ciudad, aun antes de conocerla. Mi padre, que viajaba mucho, me hablaba de Sevilla y cada vez que veía un cartel de la ciudad, se me llenaban los ojos de lágrimas. Cuando finalmente llegué, fue como si Sevilla me recibiera con los brazos abiertos. Triana, en particular, fue el lugar donde comencé a forjar mi carrera. Aquí, el flamenco se respira en cada esquina, y esa energía ha sido fundamental para mi desarrollo como artista. Sevilla me ha inspirado, me ha dado fuerza y, sobre todo, me ha permitido ser yo mismo.
Su estilo abarca desde el flamenco más tradicional hasta el más moderno, ¿cómo logra mantener esa versatilidad sin perder su esencia flamenca?
Mi amor por la música es lo que me permite ser versátil sin perder mi esencia. Amo el flamenco, pero también disfruto explorando otros géneros como la copla o el bolero. Lo más importante para mí es hacer música con el corazón, sin importar el estilo. Siempre le pongo mi toque personal, mi forma de sentir cada nota. Creo que esa autenticidad es lo que mantiene viva mi esencia flamenca. No se trata de seguir reglas estrictas, sino de ser fiel a lo que soy y a lo que quiero expresar en cada momento.
Texto: Carlota Acuña
Fotos: Gerardo Morillo