Roma. A tan solo cuatro días de su elección como el 267º Papa de la Iglesia Católica, el mundo ya sostiene entre sus manos un testimonio vivo y emocionante de quien será, posiblemente, uno de los pontífices más humanos y cercanos de los últimos tiempos: el Papa León XIV. Bajo el título “Primer libro sobre León XIV. Diez crónicas de urgencia sobre el nuevo Papa”, la editorial Sevilla Press ha logrado lo que parecía imposible: editar, imprimir y distribuir en tiempo récord un libro que no solo narra los acontecimientos más recientes del Vaticano, sino que explora el corazón y el pasado de un hombre que ha tocado muchas vidas, especialmente en las tierras lejanas del Perú.
Este libro no es una biografía común. Es, ante todo, una crónica del espíritu. Un mosaico de testimonios emocionados y esperanzadores escritos por diez autores cristianos que vivieron en directo, desde la ciudad eterna, los momentos más significativos del cónclave y la partida del Papa Francisco. Bajo la coordinación del periodista Miguel Gallardo, este trabajo colectivo ofrece una mirada profundamente humana, espiritual y periodística al inicio de un pontificado que ha comenzado ya dejando huella.
El libro se enriquece con un extenso álbum fotográfico a color, cien imágenes, que recogen la etapa misionera del entonces padre Robert Francis Prevost en Perú. Esas fotografías, muchas tomadas en los barrios más humildes de Trujillo y otras en Chulucanas, Iquitos o Apurímac, nos muestran a un hombre sencillo, entregado, con sotana polvorienta y sonrisa franca. Un misionero que compartió no solo el pan eucarístico, sino también el pan de cada día con comunidades necesitadas. Para muchos peruanos y peruanas, León XIV no es solo el nuevo Papa. Es el padre Robert, el que oficiaba misa bajo los mangales, el que curaba almas rotas con palabras cálidas y tiempo generoso.
En este contexto, el libro se convierte en homenaje: al misionero agustino, al profesor de seminario, al vicario judicial, al hombre que supo escuchar a los últimos y construir con ellos Iglesia viva. Es también un viaje a sus raíces, estadounidense y peruano, con ascendencia española, francesa e italiana, y a su vocación profunda: ser uno en Cristo con los demás. “In illo uno unum”, su lema episcopal, no es solo un eslogan: es una vida entera resumida en una oración.
Cada una de las diez crónicas que componen este libro vibra con el pulso de la historia reciente. Paco Correal, Javier Rubio, Paloma Cervilla, Sergio Morante, y otros destacados nombres del periodismo, la historia, el derecho y la medicina, ofrecen miradas distintas pero complementarias de este momento trascendental para la Iglesia. Algunos fueron testigos presenciales del funeral del Papa Francisco y del cónclave que eligió a Prevost como su sucesor. Otros rememoran encuentros personales, lecturas compartidas o gestos que, en retrospectiva, parecen anunciar el liderazgo espiritual que hoy encarna León XIV.
No se trata de escribir lo que ya se sabe. Se trata de leer lo que el alma del nuevo Papa transmite: su amor por la paz (mencionada diez veces en su primer mensaje), su cercanía a los medios de comunicación, su sencillez luminosa. Se trata también de soñar con lo que vendrá. Porque este libro no solo mira al pasado o al presente: aventura con esperanza las líneas pastorales de un pontificado que quiere seguir los pasos de Francisco y, al mismo tiempo, abrir sendas propias.
Desde su elección a las 18:07 del pasado 8 de mayo, León XIV ha demostrado que su pontificado no será una continuación pasiva. En sus primeras palabras, en su homilía inaugural y en cada gesto hacia los más humildes, ha empezado a delinear un estilo claro: el de la paz activa, el de la escucha, el de la comunicación como puente. Sus primeras reuniones no fueron con cardenales, sino con periodistas. Su primer recuerdo, con los pobres del mundo y con el Papa Francisco. Su primer horizonte: tender puentes donde otros han levantado muros.
Y es que si Francisco fue el Papa del fin del mundo, León XIV es el del corazón del mundo. Un corazón que ha latido en Chicago, en Roma, en los valles peruanos, en seminarios, catedrales, hospitales, parroquias de barro y cemento. Un corazón poliglota, que habla siete idiomas pero sobre todo uno: el del amor.
Publicar un libro así, en pleno torbellino papal, no es una tarea menor. La editorial Sevilla Press ha sabido interpretar con lucidez el anhelo de millones de creyentes: conocer, más allá del protocolo, quién es León XIV. No como figura institucional, sino como hombre, como pastor, como testigo. Lo ha hecho con profesionalismo, sí, pero también con ternura y admiración.
Integrado en su reconocida colección dedicada a la Semana Santa de Sevilla, junto a títulos como Como llora Sevilla, Mi Cristo Roto o Gran Poder de Sevilla, este volumen se inserta en una tradición editorial que sabe de emociones profundas y de devociones compartidas. Con sus 216 páginas, se convierte en una lectura imprescindible no solo para los creyentes, sino para todo aquel que quiera comprender el alma del nuevo Papa.
León XIV, el Papa misionero, matemático, filósofo, doctor en Derecho Canónico, pastor de los pobres, hijo de tantas culturas, ya es también el Papa de la Paz. Su historia apenas comienza, pero este libro ya ha dejado una huella: la de un pontificado que llega con urgencia, pero no con prisa; con profundidad, pero sin solemnidades vacías; con la certeza de que la Iglesia del mañana se empieza a construir hoy, en las manos calladas de los que sirven.
Y si hay algo que este primer libro nos enseña es que, más allá de las cifras, las fechas y las biografías, hay algo que no se puede medir ni escribir del todo: la esperanza que nace cuando un hombre, desde el rincón más olvidado de la Tierra, escucha su vocación y responde. Así lo hizo Robert Prevost. Así comienza León XIV. Así comienza, tal vez, una nueva página para la Iglesia universal.
Texto: Carlota Acuña
Fotos: cedidas por Miguel Gallardo
