Manuel es un reconocido decorador que ha querido dar «un aire a la reforma que hizo Jackie Kennedy en la Casa Blanca sobre aquellos años. En ella utilizó papeles antiguos de Zuber para la decoración», señala el propio decorador. Esos papeles se encuentran también en la sala de estar y la entrada, comprados en una subasta hace décadas, restaurados y vueltos a poner en la casa.
LAS PINTURAS EDUARDO BAQUERIZO DE SOBRINO
Ahora, este espacio cuenta con el nombre de Eduardo Baquerizo de Sobrino y su exclusiva decoración pictórica que está dando un nuevo color a la casa. Estudió en la Escuela de Arte de Sevilla, en el pabellón de Chile. Anteriormente ha cursado estudios en academias de pinturas en estudios particulares en Cádiz, con Antonio Torre Cruz; retratista conocido en Cádiz, y Manolo Virellas. Del mismo modo, Baquerizo vivió y trabajó entre los años 2004 y 2011 en Italia, en la provincia de Padua y en Roma. En paralelo, ha realizado exposiciones en Málaga, Cádiz, Sevilla y la última, pocos meses antes de la pandemia, en el Pópulo de Cádiz. La muestra giraba sobre una temática basada en joyas y barroco, inspirada en el Valdés de Leal de la Caridad de Sevilla. En Sevilla se inició a través de la organización Arte para Todos en 2010 gracias a ellos tiene murales pintados en Jordania, Italia, Portugal, Marruecos, Noruega… Todo ello colaborando con artistas a nivel internacional.
Como señala a Escaparate, en esta ocasión está desarrollando «decoraciones en paredes haciendo estilizaciones vegetales. He restaurado también el papel pintado de la sala y entrada, papeles pintados de la fábrica Zuber de 1812 y 1830. Uno se llama modelo Hindustan y el otro, Caza del Ciervo». Igualmente ha pintado las vitrinas del salón y del comedor. Las puertas, con motivos de caracolas y corales; «una de ellas con la escultura del Hércules fundador de Cádiz que está en la plaza de España y otro con las iniciales de los propietarios». Tres meses de trabajo que comienzan a dar sus frutos hasta que finalice esta hermosa empresa que «ha derivado en amistad entre los propietarios y los pintores». Todo de por sí, «gracias a la alegría innata y la energía de los propietarios que han dejado sus huellas en esta bella casa», señala el pintor.
Texto: Javier Comas
Fotos: Aníbal González