DISEÑADORA: «NUESTRA NOVIA ES TRADICIONAL EN VALORES, AUNQUE HOY ESO NO SEA LO NORMAL»
Hay firmas que nacen desde un lugar pequeño para crecer con una verdad inmensa. En el caso de Silvia Fernández, ese origen está en Ponferrada, donde se diseñan y confeccionan piezas que han conquistado a mujeres de toda España. Esta diseñadora sabe que la artesanía, la emoción y la ética no son solo valores, sino el corazón de una manera de entender la moda nupcial. Cada tienda abierta, cada colección y cada novia comparten la misma premisa: la fidelidad a sí misma.
Hoy, en pleno proceso de expansión, la diseñadora celebra un nuevo capítulo con la inauguración de un espacio en la Milla de Oro madrileña, en la emblemática calle Claudio Coello. Allí, entre líneas limpias, luz cálida y una elegancia que respira cercanía, la firma comienza una nueva etapa. Su historia se sigue escribiendo desde su tierra, pero resonando ya en quince puntos de venta por toda España. A continuación, descubrimos un poco más a una creadora que vive cada logro con humildad y cada reto con una pasión luminosa.

¿Qué momento está viviendo usted ahora mismo como diseñadora y al frente de su firma?
La marca está creciendo más rápido de lo que jamás hubiese pensado, y todo gracias a nuestras clientas, por ser su elegida. Aunque viajo mucho, al estar deslocalizada en Ponferrada siempre vuelvo a casa, y eso me hace pisar raíces y verdad, sin eclipsarme por los focos ni siquiera por lo que amo. Tengo un faro muy fuerte, muy interior, que deja el ruido fuera cuando hago lo que amo.
La marca vuelve a dar un gran paso en Madrid. ¿Qué significa para usted inaugurar un espacio en plena Milla de Oro, en Claudio Coello?
Empezamos por la necesidad de otro local, por el volumen que estábamos teniendo, y luego llegó la calle. Creo que hay cosas que llegan a ti, y yo soy muy sensorial. Cuando entré en ese local sentí una vibra especial; solo entré en ese, no vi más. Eso es muy Silvia Fernández. Nuestras novias son muy así también: nos mueve el corazón.
La primera tienda en Madrid llegó en plena pandemia. ¿Qué recuerda de ese proceso y cómo cree que ha evolucionado la firma desde 2022?
Recuerdo la época más triste de mi gremio. Con perspectiva, unió mucho al equipo: aguantamos quienes sentíamos la camiseta de la marca. Aunque era un hito, yo sentía que podíamos decir algo en el mercado, que nos lo merecíamos.
¿Por qué eligió usted Claudio Coello como localización para este nuevo punto de venta? ¿Qué buscaban en un espacio así?
El barrio de Salamanca, aunque se defina como Milla de Oro, me parece un barrio muy familiar, un lugar que te hace sentir en casa en sus paseos. No es un barrio inaccesible; es muy Silvia Fernández.


¿Cómo será la experiencia que vivirá una clienta al cruzar la puerta de esta nueva tienda?
Nuestra experiencia siempre es de cercanía. Vestimos a mujeres que necesitan un look para un momento de mucha carga emocional, que genera inseguridades. Sentir que llegas a un sitio que te hace sentir casa, compromiso y profesionalidad es muy importante, y ese es nuestro ADN.
Abren su 15.º punto de venta en España, siendo la firma nupcial Made in Spain con mayor presencia física. ¿Se imaginó llegar hasta aquí?
Siempre digo que amo mi trabajo. No es el número de tiendas o ser la marca con más presencia física siendo Made in Spain; es que la novia ha dado valor a nuestro trabajo, a nuestro mensaje y a nuestros valores. Ese es el mayor regalo.
Habla mucho de la artesanía y del Made in Spain. ¿Por qué es tan importante producir en España y, además, en su tierra?
Es una cuestión de valores. Para mí es innegociable que no sea así. El día que no sea rentable me retiraré: jamás produciré vestidos de novia en China. No me parece ético. Si tuviese una hija, jamás lo haría; y si no lo quiero para mí, no lo quiero para ninguna hija de nadie. Me parecen trajes de carnaval, no de novia. Aunque respeto que no todas las marcas tengan mis mismos valores.
¿Cómo describiría usted a la novia Silvia Fernández? ¿En qué se diferencia de la novia tradicional?
Nuestra novia es tradicional en valores, aunque hoy eso no sea lo normal. Está criada bajo unos valores muy familiares, por una madre que le ha enseñado a pensar por sí misma y a valerse por sí misma. Son mujeres luchadoras, a las que les ha costado mucho llegar donde están profesionalmente, y a las que yo admiro profundamente.
Para esta apertura presentan la cápsula “Madrid”. ¿Qué la inspiró y qué vamos a encontrar en estas nuevas creaciones?
Me inspiró una mujer que necesita una prenda para ir perfecta a un evento, algo muy común entre nuestras clientas. Buscamos una estética fina, refinada, chic, elegante y cómoda.
En estos años les han apoyado estilistas, influencers y mujeres que ya forman parte de la historia de la marca. ¿Qué papel han jugado en su crecimiento?
Muchos de ellos son familia para mí. Me encanta trabajar con ellas, soñarlas brillando. He acompañado a muchas en momentos importantes de sus vidas, y con su confianza y cariño han dado luz a creaciones que hoy son historia de la marca. Yo he disfrutado muchísimo del proceso. Con los estilistas trabajo muy a gusto: me suman, me encanta trabajar en equipo.
¿Qué retos o sueños le quedan aún por cumplir? ¿Existe un objetivo que le haga la misma ilusión que esta apertura?
Cada diseño y cada día lo vivo con ilusión. No tengo grandes sueños: solo poder seguir haciendo mi trabajo y disfrutar de mis equipos y de nuestras clientas.
Si pudiera enviar un mensaje a todas las clientas que han confiado y confiarán en su firma, ¿cuál sería?
GRACIAS, con mayúsculas. Yo creí que en mi sector era algo raro, con valores pequeños y poco comunes, con un gusto minoritario por no sentirme identificada con lo que la industria ofrecía. Ellas, además de hacer posible la marca, han hecho que yo misma crea en mí.
TEXTO: FERNANDO COPETE FOTOGRAFÍA: JUAN MIGUEL HERRERO



















